Fuente: CHESTERTON, G.K.: Un buen puñado de ideas. Editorial Renacimiento. Sevilla, 2018. Edición y traducción Enrique García Máiquez y Luis Daniel González.
- Éste no es el mejor de todos los mundos posibles, pero lo mejor de todo es que exista un mundo.
- Entre todas las cosas asombrosas que los hombres han olvidado, el lapso de memoria más universal y catastrófico es ése por el cual han olvidado que viven gracias a una estrella
- La ingratitud es seguramente el mayor de los pecados intelectuales del hombre
- Este mundo es el mejor de todos los mundos imposibles
- En el asombro hay siempre un elemento positivo de plegaria
- ¿No puedo agradecer a nadie el regalo de cumpleaños de mi nacimiento?
- La gratitud es el texto de toda felicidad
- Antes la gente hablaba mucho de hombres de genio desperdiciados o malgastados. Era corriente describirlos como Grandes-Podían-Haber-Sido. Es un hecho mucho más sólido y sorprendente que todos los hombres de la calle seamos Grandes-Podíamos-No-Haber-Sido
- El mundo nunca morirá de hambre por falta de asombros, sino por falta de asombro
- La mejor definición de lealtad puede ser esta: es el sentimiento debido a esas cosas hacia las cuales tenemos una obligación infinita; es decir, que no puede ser calculada para ser vendida, y que puede solo ser expresada por una dedicación general y final del afecto. Así un hombre debe lealtad a su madre, aunque beba o se dedique a la política, porque nada es comparable con un regalo que es místico y absoluto: el don de la vida mismo dado incluso con riesgo de la muerte.
- El agradecimiento es la forma superior del pensamiento, la alegría redoblada por el asombro
- Todas las cosas parecen mejores cuando parece regalos
- Hay un tipo de hombres tan inconscientes de lo que se les ha dado, que son casi inconscientes de lo que tienen. Al no ver las cosas como regalos apenas se dan cuenta de que son bienes.
- Cuando el alma realmente es sencilla puede estar agradecida por todo, incluso por la complejidad.
- Hay algo que hacemos menos veces de las que deberíamos: alabar a otros sin alabarnos a nosotros mismos.
- Incluso la simple existencia, reducida a sus más primarios límites, era suficientemente extraordinaria como para ser excitante. Todo era magnífico comparado con nada. Incluso si la luz del día era un ensueño y no una pesadilla
- El pecado es quizá mucho más horrible para mí por lo que tiene de ingratitud
- La vulgaridad, en la práctica, significa manejar las cosas con suficiencia y desprecio, sin el sentido de que todas las cosas son, a su modo, sagradas.
- Los cínicos hablan a menudo de los efectos decepcionantes de la experiencia; personalmente, sin embargo, he descubierto que casi todas las cosas buenas son aún mejores en la experiencia que en la teoría.